domingo, 30 de marzo de 2008

Concéntrate más en colaborar.

¿Cuántas veces no se han visto envueltos en una discusión sin final por una diferencia de opinión y en la que ustedes creen con completa honestidad y entero convencimiento que tienen toda la razón?
¿En cuantas ocasiones han caído en la trampa de un pleito por defender a capa y espada su punto de vista y han perdido mucho más que una simple discusión?

Esta situación es muy frecuente en la familia, entre amigos, en el trabajo y básicamente en cualquier relación entre humanos.

Cada cabeza es un mundo y cada persona interpreta su realidad de una manera muy particular, de modo que lo que parece un color blanco total para ti, para otros es un color hueso nacarado y para otros más un color crema desvanecido.
Y esto definitivamente no esta mal, pues sin lugar a dudas es la diversidad lo que hace tan rica la vida. Lo que está mal, creo yo, es que nos casemos ciegamente con un punto de vista y no permitamos lugar siquiera al más ligero rastro de apertura ante una opinión distinta.

Muchas veces pasamos tanto tiempo trabajando en un proyecto de una cierta manera que cuando algún compañero del trabajo opina diferente buscamos todo tipo de argumentos válidos y otros no tanto para desarmar sus argumentos y comprobar que nosotros teníamos la razón.
Los mismo sucede con frecuencia entre familiares y amigos cuando cada quien tiene un punto de vista diferente sobre algunas costumbres, tradiciones o maneras de hacer las cosas.
Discutimos y defendemos tanto nuestra manera de hacer y ver las cosas que nos perdemos de la oportunidad de escuchar y observar nuevas, y posiblemente mejores, maneras de hacer las cosas. Le cerramos la puerta a un nuevo aprendizaje, dejamos de colaborar, no contribuimos con nadie ni dejamos que alguien contribuya con nosotros y simplemente nos cerramos a la gran oportunidad de talvez, solo talvez, poder estar simplemente mejor.

Así que he aquí una idea:

Concéntrate más en colaborar con los demás y mucho menos en estar en lo correcto.

No pierdas tiempo en discusiones inútiles por defender solo por defender tu punto de vista. Ábrete a lo que los demás tienen que decir. Colabora con ellos, permíteles dar su opinión, escúchalos con detenimiento y por favor NO CONTESTES SOLO POR CONTESTAR.Ten la suficiente confianza en ti mismo como para ser humilde y entender que la tuya no es la única manera de hacer las cosas. Antes de responder haz un esfuerzo por verdaderamente entender la posición del otro y después si lo consideras necesario, haz tu contribución, da tu opinión e intenta encontrar un punto medio en común, crea sinergias y encuentra nuevas y mejores maneras de hacer las cosas.

Y si alguien opina diferente, se los digo de corazón, estoy dispuesto a escucharlo con toda mi atención.

viernes, 28 de marzo de 2008

Join the Rush - Age of Conversation

Normalmente no publico ninguna entrada los viernes, pero esta es una ocasión especial y no quise dejar pasar el día sin compartir esta entrada de Chris Willson quien está ayudando mucho a Drew McLellan y Gavin Heaton a correr la voz sobre el libro Age of Conversation.

Join the Age of Conversation Bum Rush on March 29th

Y no lo olviden: JOIN THE RUSH!

domingo, 23 de marzo de 2008

No esperes más tiempo para vivir mejor.

Mi abuelo nunca lo hizo. Mi papá sí lo hizo pero espero mucho tiempo. Mi suegro tardó menos pero también esperó. Mi esposa lo hizo muy a tiempo. Yo empecé a hacerlo hace ya un par de años, y cada vez veo más gente haciéndolo oportunamente también.

El día de ayer leí una interesante entrada del blog de Penélope Trunk: Brazen Carrrerist, en la que Penélope recomienda no esperar hasta el retiro para comenzar a vivir como uno quiere. Muy buena idea que merece dedicarle tiempo para meditar al respecto, aunque desde mi punto de vista esto no solo concierne al trabajo, sino a todos los aspectos de nuestras vidas.


Quiero decir, mi abuelo siempre fumó y trabajó duro durante toda su vida; mi papá, afortunadamente dejó ya de fumar y comenzó a hacer ejercicio y comer mejor, pero no fue hasta que sufrió un fuerte infarto, y aunque hoy se cuida mucho más y lleva una vida mas balanceada, aún trabaja duro para subsistir. Mi suegro por el otro lado, planeó mejor su retiro y hoy, ya jubilado, se dedica a lo que quiere, aunque también pagó el precio del estrés hasta el día de su jubilación.
En cambio mi esposa desde muy joven decidió tomar otro camino y ha construido su vida como mejor le ha acomodado de acuerdo a sus valores, prioridades y objetivos (A veces me pregunto si sabrá algo que yo no).

Con frecuencia las personas nos quejamos de lo que no funciona en nuestra vida. Es muy común escuchar a muchos decir que no les gusta su trabajo, que están pasados de peso, que no ven a sus amigos con la frecuencia que les gustaría, que no conviven lo suficiente con su familia, que su salud no está en el mejor momento, que no cuentan con la preparación que les gustaría tener o que les falta tiempo para hacer todas sus cosas.

¿Pero entonces por qué no hacer algo al respecto y hacerlo ya? ¿Por qué siempre esperar a mañana para vivir mejor?: “ahora que me jubile voy a tomar las clases que quería”, “ya que termine este proyecto voy a hacer ejercicio”, “solo pasa esta crisis y dejo de fumar”, “regresando del viaje me pongo a dieta.”

He aquí una idea: el día de hoy piensa en algo que quisieras hacer para mejorar tu vida y que puedas hacer hoy mismo y hazlo. No tiene que ser una acción que cambie tu mundo 180°, sino un sencillo acto que a pesar de su simpleza represente un beneficio para tu vida.
“El más grande de los viajes comienza siempre con el primer paso” dicen por ahí, así que ¿por qué no darlo hoy?

¿No saben por donde empezar? ¿Creen que para hacer un cambio en su vida tienen que hacer un gran acto de magia para ver los resultados?

He aquí algunas ideas para ayudarlos a dar el primer paso:


  • Antes de abrirlo, pregúntate si ese pingüino, gansito o ruffles son el mejor alimento para ti y cámbialo por algo que realmente nutra tu cuerpo.

  • Antes de encenderlo, pregúntate si puedes prescindir de ese cigarro en ese momento y guárdalo de regreso en su cajetilla.

  • Antes de continuar sufriendo tu trabajo, pregúntate cuales son las cosas buenas que obtienes al ir a trabajar ahí.

  • Y antes de continuar trabajando ahí solo “porque lo necesitas” pregúntate cual sería tu trabajo ideal, cuáles son tus pasiones y pregúntate si existe un trabajo así. Si la respuesta es positiva entonces pregúntate qué estarías dispuesto a cambiar para obtenerlo y hazlo.

  • Antes de quejarte porque no tienes tiempo de estudiar lo que te gusta, visita una librería y consigue por lo menos un par de libros sobre el tema, que puedas comenzar a leer y a estudiar por tu propia cuenta.

  • Y antes de que digas que no tienes tiempo ni para leer, asegúrate de siempre traer contigo por lo menos un libro, verás que siempre hay momentos en los que puedes leer y que pronto tus libros se convertirán en una de tus mejores compañías.

  • Antes de que digas que el día no te alcanza para darte tiempo para ti, haz un esfuerzo y levántate una hora antes de lo normal y regálate esa hora haciéndola sola para ti.

  • Antes de quejarte por no tener más tiempo para tu familia asegúrate de que cada momento que sí estas con ellos decirles lo mucho que significan para ti.

  • Antes de decir que tienes mucho tiempo sin ver a tus amigos, toma el teléfono y llama a un par de ellos y déjales saber que estás ahí.

  • Antes de quejarte por todo lo malo que hay en tu vida, detente y escribe una lista de agradecimiento, es decir, haz un recuento de todo lo que sí está bien en tu vida y por lo que debes estar muy agradecido. Inmediatamente verás que las cosas no están ni la mitad de mal de lo que pensabas y que realmente tienes más cosas a favor de lo que imaginabas.

Pero sobre todo antes de que digas que esto es una jalada, regálate la oportunidad de probar e inténtalo ya. Da el primer paso y no esperes más para comenzar a vivir mejor.

domingo, 16 de marzo de 2008

PRÉNATAL lo entiende.

Continuando hablando sobre el servicio a clientes y la creación de experiencias “WOW”, es decir la generación de momentos especiales para tus clientes al ser atendidos por tu negocio, he aquí un gran ejemplo de un negocio exitoso, no solo por la calidad de sus productos, sino más bien por la calidez y calidad de su servicio: PRÉNATAL.
Una cadena de tiendas de artículos para bebés y maternidad, de origen Europeo.
Como podrán suponer, sus precios no son tan módicos, de hecho muchos los califican como muy caros, pero después de haber experimentado su servicio puedo entender todos los elementos que componen sus precios. ¿Lo dudan? Permítanme contarles mi historia.

Como podrán imaginarse como padres primerizos, hay muchas cosas, artículos personales, accesorios, etc. que ni mi esposa ni yo imaginábamos que necesitaríamos, mucho menos sabíamos cómo tendríamos que usarlos. Solo sabíamos que lo mejor era seguir las indicaciones y recomendaciones de nuestras doctoras (las Mythbusters de la vida real, pero este es otra historia que después contaré).
Así pues nos recomendaron comprar una faja post parto y nos refirieron precisamente a esta tienda. Yo podría fácilmente haber hecho caso omiso de la referencia e ir simplemente a una tienda departamental, al fin una faja es una faja, pero afortunadamente como papá estrenándose que más bien parecía perro de Pablov salivando al escuchar la campana, corrí hacia donde me habían indicado. ¡Y que bueno que lo hice!

“Buenas tardes señorita, busco un a faja… para mi esposa quiero decir” decía yo confundido mientras que la mujer embarazada del otro lado del exhibidor me decía con calma “claro que sí señor, tenemos un par de tipos diferentes de fajas pero mi compañera se las mostrará”.
Me dirigieron hasta la sección de maternidad y la señorita que ahora me atendía se dio a la tarea de deducir cuál era la mejor faja para mí… para mi esposa quiero decir.
Me explicó que había fajas para parto natural y para cesarea, que la talla de las fajas debería ser equivalente a la talla normal de la mujer y me recomendó que talvez para mayor comodidad podría llevarme una talla más grande; y por si eso fuera poco tomó la faja que había elegido y me mostró como colocarla.
Ya contento y orgulloso de mi mismo por haber logrado hacer una de las primeras tareas que como nuevo papá tenía, me relajé y comencé a pensar en que otros accesorios le serían de utilidad a la nueva mamá, tarea con la que una vez más fui asesorado con paciencia y calidad. De la sección de mamás pasamos a la sección de ropa de recién nacidos y de ahí a la de artículos para el baño del bebé. Durante toda la visita fui asesorado, más en ningún momento invadieron mi espacio. Si quería ver algo solo, se distanciaban y prestaban atención a la primera señal de duda que les diera. Si se acercaba algún otro cliente, lo dirigían con otra asesora para así prestarnos su absoluta atención a cada cliente.
Después de una buena media hora dentro de la tienda y con más, muchos más de los artículos que inicialmente buscaba comprar, llegué a la caja donde no solamente me cobraron y ya, sino que me explicaron los servicios adicionales y gratuitos que dan, como pláticas y cursos para mamás y papás. Por cierto que nos inscribí en uno de primero auxilios para bebés.
Pagué y cuando esperaba que me alcanzaran mis bolsas, cual fue mi sorpresa cuando me preguntaron: “¿Lo podemos acompañar hasta la puerta por favor?” y así fue, caminaron conmigo hasta la puerta del local y me entregaron ahí mi mercancía, dándome las gracias por mi visita y deseándome una buena tarde.

¿Tienda cara? Talvez, pero lo vale.
¿Es solo una estrategia para vender más? ¡¡¡CLARO QUE SI!!! ¿Pero qué programa de servicio a cliente no está diseñado para eso?
El problema es que muy pocas marcas entienden el verdadero valor de ofrecer un auténtico servicio que genere experiencias WOW, como lo entiende PRÉNATAL.
¿Y quieren saber algo más? Al par de días regresé por más.


NOTA IMPORTANTE: podremos ser primerizos e inexpertos en el tema de la paternidad, pero un concepto lo hemos tenido muy claro desde el inicio y hoy es el único consejo que a otros nuevos padres podríamos dar: Cuando se trate de la salud de tu bebé y de tu esposa, no importa cuantos consejos y recomendaciones recibas, ni de quien vengan, aún cuando sean de parte de la gente que te quiere y busca lo mejor para ti; solo escucha y haz caso a las indicaciones del experto, tu médico.

domingo, 9 de marzo de 2008

Que la arrogancia no destruya tu negocio.

Qué difícil resulta llegar a ser el número uno en lo que haces. Se requiere de una gran visión, claridad, enfoque y mucho, muchísimo empeño. Toma años convertirte en el mejor en lo que haces y exige disciplina, trabajo duro e innovación; pero sobre todo exige humildad y sencillez. Humildad para reconocer que nunca llegarás a un estado de absoluta perfección y que siempre tendrás espacio para mejorar, y sencillez para comprender que tu éxito no te hace acreedor al derecho de abusar y ser arrogante con los demás.
Lastima que fue justo esto lo que los integrantes de cierto hotel ubicado en la zona hotelera de Polanco, en la Ciudad de México, aparentemente olvidaron ya.
El que fuera en determinado momento el más moderno, innovador y chic hotel de la Ciudad (del cual no diré su nombre compuesto por una sola letra del Abecedario), lejos de continuar creando experiencias “WOW” como lo hacen en sus propiedades alrededor del mundo, pareciera que ha preferido un camino de auto adulación por encima de uno de servicio y atención.

¿Y por qué digo esto? Esta es la historia: este hotel suele ser, por su modernidad, imagen y supuesta hospitalidad, cede de diferentes eventos empresariales como cursos, conferencias, cenas de gala, presentaciones, etc. Su imagen con frecuencia resulta atractiva para muchos, y para mi equipo de trabajo no fue la excepción, por lo que decidimos realizar una serie de sesiones de entrenamiento para nuestros socios estratégicos en este lugar.
Cotizamos cerca de 20 eventos de dos mañanas cada uno, durante todo el 2008, para nada un negocio pequeño para ellos.
Al costo que inicialmente nos dieron sumaron otros conceptos que, añadidos a otros gastos incidentales durante el primer curso que dimos a inicios de Febrero pasado, resultó más alto de lo teníamos contemplado. Sin embargo, y con la intención de continuar trabajando con este establecimiento, buscamos una reunión con su director de ventas y mercadotecnia, misma que prometía haber sido todo un éxito pues parecían haber quedado claras todas las expectativas de ambas partes: Ellos incluirían servicios adicionales que buscaban colocar para tener mejor rentabilidad y nosotros tendríamos el costo por sesión que mejor se ajustaba a nuestro presupuesto y todo esto quedaría bajo un acuerdo por escrito que cubriría los próximos 10 cursos, salvo para los dos siguientes que ya estaban inmediatamente programados para el 25 y 26 de febrero y el 4 y 5 de marzo.
“Que productiva y buena reunión tuvimos” comentaba yo con el equipo de trabajo que nos apoya en la producción y coordinación de los eventos.
¿Pero cuál sería mi sorpresa al día siguiente cuando nos enviaron su nueva cotización incluyendo servicios y costos muy por encima de lo acordado tan solo el día anterior?
Hablamos con ellos para pedir una corrección que efectivamente hicieron, en los servicios adicionales más no en el costo final.
Llegó el segundo curso que, por tiempo, tuvimos que realizar ahí pero ahora el presupuesto no fue el problema pues estábamos prevenidos del golpe anterior. La mala sorpresa vino cuando el curso tuvo que empezar 40 minutos tarde pues los señores del Valet parking del hotel no tenían la capacidad necesaria para recibir a todos los grupos de personas que ese día asistían no solo a nuestra sesión sino a la de varias compañías que tenían sus propios eventos ahí. La segunda mala señal fue cuando en un hotel de gran lujo, los elevadores estaban desprogramados por lo que ridícula y cómicamente para llegar al segundo piso, uno tenía que subir por las escaleras al primero para tomar el elevador, bajar al lobby y permanecer en el elevador, subir hasta el 3ero y después poder bajar nuevamente por las escaleras al segundo nivel. Todo un rally resultó. ¿Y por qué no usar las escaleras desde el principio preguntarán? Pues porque simplemente el acceso a las escaleras del primero al segundo piso no está indicado en ningún lugar.
¿El tercer trago amargo? A todo su equipo audiovisual le hacía falta estar conectado a tierra, por lo que cada vez que lo tocabas ¡gran descarga eléctrica te llevabas!
Y por si fuera poco a la hora de pagar su staff toma la decisión de, contrario a lo que se había acordado, hacer un cargo por la cuenta total a la tarjeta de crédito personal de un miembro de nuestro equipo, a quien cuando les dejó saber su equivocación solo le dijeron “ah bueno pues para el siguiente evento lo tomaremos en cuenta”.
Y pesar de todo decidimos continuar.

¿La gota que derramó el vaso? Pues resulta ser que, como en todo evento en el que dependes de varios factores para su realización, tuvimos que, con más de 5 días de anticipación, pedir posponer la fecha del 4 y 5 de marzo (que por cierto ya estaba garantizada con una cuota de reservación), no para cancelarla sino para reprogramarla para la tercera semana del mismo mes. ¿Y cual fue la arrogante respuesta a nuestra solicitud? “Claro que sí, pero estas fechas las damos por canceladas y se las cobraremos al 100% por cancelar”

¡¿Lo pueden creer?! ¿Pueden ver como la arrogancia de estos señores está matando su negocio? Si este maltrato lo hacen a nivel empresa a empresa, no me quiero ni imaginar el mal servicio que le darán a un particular.
Sobra decir que después de esto me llevo mi negocio a otra parte, a otro establecimiento que sí aprecie el valor de trabajar con humildad y sencillez y con las ganas de crear relaciones comerciales que habrán de perdurar.

Ahora el otro lado de la moneda y un ejemplo perfecto de una empresa que a pesar de su éxito aún mantiene los pies en su lugar. Se trata de una cafetería ubicada en la calle de Francisco Sosa en la colonia Santa Catarina Coyoacán; La Pause, un lugar de ambiente calido, café aromático, con cuerpo y gran sabor, comida de excelente preparación y servicio personal, amable y cordial. Un sitio que sí que me ha generado una experiencia “WOW” pues hace algunos días mientras tomaba un café con mi esposa, haciendo tiempo para visitar a nuestra doctora, los miembros del staff de este lugar, liderados por el mesero que nos atendía y apoyado por la dueña del lugar nos regalaron un pastel adicional cuando se enteraron que estábamos ahí esperando las indicaciones de nuestro médico para irnos al hospital para recibir a nuestra bebé que estaba a punto de nacer (pero esta aventura es para contar otra ocasión).
No tenían que haber hecho nada, ya estaban dándonos un excelente servicio, tenían suficiente trabajo con el resto de los comensales y sin embargo decidieron tener un simple, pero grande, gesto con nosotros. ¿Por qué? Porque entienden algo que muchos no.Talvez al staff del mencionado hotel que parece una M al revés le vendría bien visitar este pequeño, sencillo y exitoso lugar y para tomar una breve lección de éxito con humildad. ¿No creen?


Nota: esta entrada representa mi opinión personal como blogger y profesional en marketing y comunicación y de ninguna manera representa la opinión de mi empleador.

viernes, 7 de marzo de 2008

Wordless Friday



Bueno pues algunos me han escrito en la semana preguntándome porque el lunes pasado no publiqué ningún nuevo tema.

En la tradición de mi amigo yblogger Phil Gerbyshak, he aquí la respuesta en un Wordless (bueno, está bien, casi wordless) friday, de lo que estaba haciendo el domingo pasado en lugar de escribir.
¡La vida es maravillosa y está llena de bendiciones! Solo hay que saberlas ver.






Nota importante.

Los comentarios, reflexiones y recomendaciones aquí plasmadas son mi opinión personal, y no necesariamente reflejan la opinión de mi empleador.