domingo, 3 de enero de 2010

Mi tema para el 2010


Leé el más reciente post: Mi tema para el 2010, en mi nuevo blog DLC'010.

DLC crece y evoluciona a DLC '010.
¡Te espero!

Efraín

lunes, 28 de diciembre de 2009

Audio y video

Normalmente durante estos días todos hablan de la importancia de reflexionar sobre nuestras acciones, nuestros logros, avances, retos vencidos y por vencer, errores y aprendizajes obtenidos durante todo el año; acto seguido por la elaboración de una larga, o corta en algunos casos, lista de “buenos” propósitos para llevar a cabo en el año que está a punto de comenzar.


Nos auditamos entonces poniendo toda nuestra atención en asuntos tales como si obtuvimos el ascenso que queríamos, si compramos el auto con el que soñábamos, si tenemos la pareja que tanto esperábamos, si viajamos tanto como queríamos y si fuimos fieles a la dieta y el ejercicio que nos prometimos.


Entonces quedamos listos para hacer lo mismo un año más… Y yo me pregunto: ¿y?


Por eso este año estoy convencido de que el tipo de análisis que tenemos que hacernos a nosotros mismos, no es contra una lista de promesas faltas, rotas, cubiertas, ciertas o incompletas.

Este año, tenemos que asegurarnos de que nuestro audio esté bien sincronizado con nuestro video.


¿Han visto una película japonesa doblada al Inglés o al Español? Esas películas en las que los personajes, al decir en Español una frase de dos palabras siguen moviendo la boca como si recitaran un trabalenguas completo y en las que solo mueven la boca una solo vez pero en el audio se escuchan por lo menos 4 o 5 palabras más.

Pues justo así es como muchos de nosotros frecuentemente nos vemos al no tener nuestro audio bien sincronizado con nuestro video todos los días. En pocas palabras: decimos una cosa pero hacemos otra.


Predicamos que para nosotros lo importante es ser felices y sin embargo olvidamos sonreír.
Prometemos que cuidaremos mejor nuestra salud pero a la mañana siguiente la cama le gana al ejercicio y en la mesa el pastel de chocolate le gana la batalla a una simple ensalada.
Decimos que queremos trabajar, pero buscamos cualquier pretexto para no tener que hacerlo.
Insistimos en que lo más importante es nuestra familia pero pasamos todo el día en la oficina.
Alardeamos de nuestra “avanzada” preparación, pero al tratar a la gente olvidamos toda educación.
Presumimos que ser feliz es más importante para nosotros que el dinero, pero nos negamos a arriesgarnos a hacer lo que en verdad nos hará felices pues queremos tener seguras las “comodidades” que el dinero “nos da”.


Y así, mal sincronizados, se nos pasa un año más.


Así que esta vez, en lugar de solo revisar nuestra olvidada lista de propósitos para el 2009, regalémonos el tiempo de ajustar nuestro video con nuestro audio en todo lo que hacemos.


Asegurémonos de tener muy claro qué es lo que más valoramos en la vida, a dónde queremos llegar y qué estamos dispuestos a hacer para llegar ahí y que no, y comencemos a actuar de una vez por todas de manera congruente con lo que decimos valorar.


Tal vez hacerlo no nos traiga limosinas ni viajes en primera clase (o quizás sí, si eso es lo que quieres en verdad), probablemente no nos traiga fama ni gloria (a lo mejor sí, si eso es lo que valoras en realidad); pero definitivamente sí que nos acercará mucho más a lo que cada uno de nosotros llama para sí, felicidad.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Y el carrusel sigue girando...

Hace una semana mi colega y amigo Dani Granatta escribió en su columna de Merca2.0 la historia de Marco, Rafahu, Heidi y Guillermo, y al leerla recordé diferentes momentos que junto con Dani y otros amigos de la industria Digital he pasado trabajando, empujando e intentando aportar a la industria del marketing digital un poco más...


Esto sucedió hace algunos años ya: 5 profesionales de la mercadotecnia digital nos encontrábamos reunidos en un obscuro y escondido rincón del área de exhibición del festival creativo que estaba por comenzar; y mientras Dani, Zemog, Calleja y yo, liderados por Miguel Carlderón, calificábamos lo mejor de los pocos trabajos digitales que habían sido inscritos, el resto de los jurados trabajaban en grandes habitaciones calificando a lo mejor de la publicidad.


Dos años más tarde, me encontraba en una reunión a la que asistieron distintos participantes importantes de la industria de la mercadotecnia y la comunicación. Algunos trabajaban desde hacía ya tiempo en medios digitales y otros teníamos tan solo algunos años haciéndolo, pues veníamos del mundo de la mercadotecnia “tradicional”. Y sin embargo, todos nos conocíamos ya. Ya con la mayoría había tenido la oportunidad de colaborar, solo que esta vez algo se notaba diferente: el carrusel de la industria había girado nuevamente y, como sucede casi casi en ciclos perfectamente definidos, todos habíamos cambiado de lugar; quienes trabajaban para la empresa A ahora lo hacían para la C y los que estábamos en la organización B, ya trabajábamos para la A.

Todos viejos conocidos, haciendo cosas “nuevas”, pero prácticamente ni un solo rostro nuevo alrededor.


Y así, casi al mismo tiempo algunas caras nuevas comenzaron a surgir; empresas y operaciones independientes, desarrolladores de sitios y tecnología empezaron a ofrecer los servicios de marketing interactivo que las grandes agencias y anunciantes por tanto tiempo habían ignorado ya.Gente brillante, excelente para desarrollar y producir más no para hacer mercadotecnia y publicidad.


Pasó el tiempo y pude ver como la rueda giraba otra vez y como muchos de esos viejos y ahora también nuevos amigos intercambiaban una vez más su lugar.

Durante un par de años la industria giró y giró, casi como si quisiera que la fuerza centrífuga de sus giros la hiciera crecer, olvidando que justo como cuando hacemos girar un removedor en leche, lo único que crece es la ilusión de las burbujas de aire y nada más.


Cada vez más de esos amigos iban cayendo en la opresiva persecución de la cuota anual o trimestral.
Excelentes directores creativos ahora parecían directores de finanzas, los desarrolladores que tanto comenzaron a aportar ahora comenzaban solo a querer cobrar. Y así también, quienes tanto promovían y navegaban con la bandera de la formación, la dejaban tirada por perseguir su bono anual.


Y por unos años funcionó. La industria creció. Tan solo un par de puntos porcentuales que inflaron las burbujas, pero creció.


Y hoy el carrusel está nuevamente a punto de girar. No conozco una sola organización, anunciante, medio o agencia que no tenga grandes objetivos de crecimiento en el corto, mediano y largo plazo y que no estén teniendo problemas reclutando el talento que requieren para hacerlo.


Reclutarlo digo porque prácticamente nadie quiso darle el peso debido a la formación de su personal actual. Todos se ocuparon de vender y cobrar y nunca de desarrollar. Tanto así que incluso hace poco alguien me replicó: “No me importa entrenar a nadie si no me compran a mi”.


Y ahora, que tanto medios como agencias y anunciantes requieren de un equipo mejor preparado para enfrentar la realidad del mercado actual nos damos cuenta de que nuestros equipos aún manejan los mismos paradigmas de hace años. Al grado que incluso algunos de quienes trabajan del lado de los medios “innovadores” trabajan bajo la caduca idea de que alguien tiene que perder para que ellos puedan ganar.

Y no se limita esto a los medios nada más. Muchas veces he escuchado ya a distintas agencias decir que no quieren entrenar a nadie pues no vaya a ser que la competencia se los vaya a llevar...


Así que el problema ahí está, el talento de la gente que se quiere preparar y entrenar también y solo hace falta de abramos los ojos y comencemos a desarrollar el talento de la la gente que durante años ha estado aquí esperando a que la queramos impulsar.



Picture credit: Mazingerin

domingo, 6 de diciembre de 2009

Haz algo diferente en tu plan de trabajo anual.

Si eres como la mayoría de los empresarios y profesionales de las ventas y la mercadotecnia en México, seguramente estarás trabajando en estos días en tu plan de negocio para el 2010.

Un poco tarde en el año a decir verdad, pero lo estarás haciendo de cualquier manera.

Y si en tu empresa trabajan de manera similar con respecto a sus procesos de planeación, seguramente estarán revisando los reportes de ventas, los balances de resultados, los éxitos logrados y los que se quedan pendientes para el próximo año.

Y finalmente estarás definiendo los objetivos y métricas de éxito para el 2010.

Solo que este año puedes hacer algo diferente.

Este año en lugar de plantear un plan de negocios fríamente calculado para ver cuánto dinero puedes obtener de cada uno de tus clientes basado en proyecciones tan típicas como el tamaño de la industria, su crecimiento anual y por lo tanto qué porción del pastel que crees que te debe corresponder y hacer cálculos tan absurdos como:

“Si de la industria A, el valor de inversión total se divide en 70% xx y 30% YY y de YY el 50% es de ZZ, como yo soy Z entonces me tienen que dar 15% del total de la inversión de la industria.”

Para que luego de un tiempo plantees preguntas tan sin sentido como: “por qué el cliente no me quiere comprar, si me tiene que dar el 15% de su inversión?”, seguido por frases tan absurdas como “es que seguro no entiende mi producto” o peor aún “el cliente es un verdadero idiota porque no acepta que mí producto es el mejor de todos y no lo quiere comprar”.

Pensar así es venir de un modo de escasez, carencia y egoísmo. Y de eso, ya hay mucho en el mundo.

Este año tu planteamiento puede ser mucho más enriquecedor. Este año puedes mejor plantearte que vas a hacer para entender mejor las necesidades de tu industria, de tus clientes y de tus socios también. Puedes responderte qué es lo que vas a hacer para que asegurarte de darles tú, una mucho mejor solución. Cómo harás para agregar un verdadero valor a la vida de los demás; y por supuesto que ingresos tendrás para poder sostener tu operación de manera rentable, pero no para enriquecer a unos cuantos nada más, sino para mantener a tu organización viva, productiva, colaborativa y aportando a tu vida y a la de los demás.

Idealista, inocente? Sí, tal vez. Pero quizás es justo eso lo que hace mucha falta en el mundo hoy. Más idealistas e inocentes que en lugar de pensar en cómo consumir los recursos del de al lado, piensen en como juntos pueden crear más recursos para ellos y para los demás.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Social Media: este año, el gran reto del Teletón

Qué triste me resulta ver que plataformas tan útiles y positivas como las redes sociales esta noche estén siendo utilizadas por algunos cuantos para causarle daño a quienes necesitan ayuda hoy.

En lo personal no sé y no me consta si el Teletón de México es un fraude o no. No tengo forma de negarlo ni interés en afirmarlo (y cualquiera que sea un frecuente lector de DLC les podrá decir que fan de Televisa, no soy).

Lo que sí me es evidente es que este año, el reto de este evento no es mucho mayor tan solo por ser este un año de crisis, ni por la suma de otra misión, ni por la abstención, sino por aquellas personas que no conformes con no querer ayudar, están ahora usando los medios sociales para promover que los demás se abstengan de hacerlo también.

Y en ese caso, los lastimados no serán los grandes medios que hospedan el evento y que quizás (si en verdad se tratase de un fraude) no podrán deducir sus impuestos como esperaban, sino serán los miles y miles de niños que nos necesitan hoy.

Por eso, si no crees, si no confías y no quieres ayudar, está bien, estás en todo tu derecho de hacer esa elección y tus razones tendrás. Pero hazlo solo tú.

Y como dicen: “Si al hablar no haz de agradar, mejor haz de callar”.

PD. Yo sí ya doné un par de veces y creo que me faltan unas cuantas más.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Apurándose a fallar una vez más.

Preguntas hay muchas…todos los días nos hacemos, hacemos a otros y recibimos miles de estas, pero existe una en particular que me he cansado de escuchar una y otra y otra vez más; en cada plática, en cada conferencia, en cada reunión de trabajo o hasta en conversaciones personales también: “¿Por qué no hay casos de éxito en México de…?”. Completen la frase con lo que se les pueda ofrecer…de internet…de administración…de liderazgo… de lo que sea, es igual, la pregunta continuamente ahí está.
Gente esperando que otras personas les resuelvan por adelantado los retos a los que se van a enfrentar.

Serios profesionales deseosos de que alguien más les de la fórmula secreta para lograr lo que quieren lograr.

Esperando, preguntando, esperando de nuevo y sin tener la más mínima intención de ellos intentar…y seguramente por muchos años más, así se van a quedar.

Y lo peor es que no existe una fórmula secreta para ganar.

La única manera para comenzar a ser exitoso es decidirse a intentar, a arriesgarse, quitarse el miedo, atreverse, esforzarse, estudiar y trabajar.

“Apurarse a fallar” como algunos grandes líderes como Seth Godin or Robin Sharma le llaman.

Vencer el miedo y hacer lo que otros no quieren intentar.

Tomar la responsabilidad de nuestras decisiones y hacer conciencia de que nuestro éxito y nuestras fallas serán consecuencia de las decisiones que tomemos y que aún cuando fallemos una u otra u otra vez, no habremos fracasado, sino que solamente estaremos aprendiendo a ganar.

Así que la próxima vez que quieras que alguien te diga como se hizo exitoso, mejor pregúntale cómo fue que por fin se atrevió a fallar, probablemente su respuesta de una vez por todas te inspire a intentar.

Crédito de la imagen: Omar Eduardo

Nota importante.

Los comentarios, reflexiones y recomendaciones aquí plasmadas son mi opinión personal, y no necesariamente reflejan la opinión de mi empleador.