Dicen por ahí que “Atraemos a nosotros como imanes las cosas que deseamos en la vida”.
También dicen que “Las cosas que vivimos las creamos dos veces. Primero cuando las pensamos y después cuando las hacemos realidad.”
Incluso existe un dicho que va “Ten cuidado con lo que deseas pues se puede hacer realidad.”
y en Japón hasta tienen una forma muy discreta de maldecir a alguien cuando dicen “Que todos tus sueños se hagan realidad.”
¿Cuantas veces no han temido tanto a algo que justo eso es lo que les sucede?
O al revés ¿en cuantas ocasiones no han deseado obtener tanto algo que todo lo que les rodea, hasta los comerciales en la televisión, parece recordarles aquello que tanto quieren?
Se que para algunos puede sonar raro y hasta excéntrico pero déjenme decirles que en efecto: Aquello que pensamos y buscamos con nuestra mente, se materializa de una u otra forma en nuestras vidas.
Cada vez que queremos algo o que tememos algo estamos fabricándolo en la línea de ensamble de nuestra mente. Estamos enviando un mensaje fuerte y claro a la vida de qué es lo que deseamos y la vida, eficiente como es, nos lo da.
Por eso es indispensable cuidar muy bien lo que pensamos.
Analícenlo, cada vez que citamos a la famosa “ley de Murphy” se debe justo a que estamos pensando “solo me faltaba…” o “seguro ahora…”, etc. y claro, traemos a nosotros exactamente la situación que queríamos evadir, pero que como la pensamos tanto, nos dirigimos solitos hasta ese punto.
Ahora, véanlo desde otro punto de vista. Piensen en alguna persona que crean ustedes que siempre obtiene lo que quiere, alguien que para ustedes es una persona realmente exitosa. ¿Qué característica tiene?
Una virtud esencial que las personas realmente exitosas en la vida tienen, es que enfocan su energía siempre en crear lo que quieren. En lugar de ser tan reactivos como el resto de la gente, y andar brincando de una crisis en otra, desgastándose y maldiciendo su mala suerte, se detienen a tomar un respiro y a definir que es lo que quieren en la vida.
Se toman el tiempo de entender que es aquello que más les importa en la vida, definen claramente sus valores y los alinean con principios universales como la honestidad y la integridad; y así establecen una clara visión de su vida y con base en esta se dedican día a día a construir su mundo.
Además comprenden bien cuales son sus grandes fortalezas y habilidades y también sus debilidades y limitaciones, y en lugar de lamentarse por las últimas, se enfocan a desarrollar las primeras, siempre manteniendo su visión de vida.
Hoy cada uno de nosotros podemos liberar esta virtud que, a veces por el acondicionamiento a que somos sujetos por la sociedad desde que somos pequeños, dejamos enterrada en el rincón más escondido de nuestro ser.
Hoy podemos regalarnos el tiempo para preguntarnos:
¿Qué es lo que realmente importa en mi vida?
¿Cuáles son los valores más preciados para mí?
¿Qué se hacer muy bien?
¿Con que fortalezas puedo contribuir mejor a mi comunidad?
¿Qué quiero hacer de mi vida?
¿Cómo la quiero vivir?
Definamos que es lo que queremos de la vida de una vez por todas y pensémoslo, hagámoslo, actuémoslo y vivámoslo.
Tomemos una tarjeta en blanco que podamos traer con nosotros siempre o que podamos dejar siempre a la vista y escribamos en ella nuestra visión de vida , enfoquemos toda nuestra energía a trabajar bajo esta visión y comencemos desde ya a actuar hoy como queremos ser mañana.
domingo, 27 de mayo de 2007
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