domingo, 27 de mayo de 2007

Actúa hoy como quieres ser mañana.

Dicen por ahí que “Atraemos a nosotros como imanes las cosas que deseamos en la vida”.
También dicen que “Las cosas que vivimos las creamos dos veces. Primero cuando las pensamos y después cuando las hacemos realidad.”
Incluso existe un dicho que va “Ten cuidado con lo que deseas pues se puede hacer realidad.”

y en Japón hasta tienen una forma muy discreta de maldecir a alguien cuando dicen “Que todos tus sueños se hagan realidad.”

¿Cuantas veces no han temido tanto a algo que justo eso es lo que les sucede?
O al revés ¿en cuantas ocasiones no han deseado obtener tanto algo que todo lo que les rodea, hasta los comerciales en la televisión, parece recordarles aquello que tanto quieren?

Se que para algunos puede sonar raro y hasta excéntrico pero déjenme decirles que en efecto: Aquello que pensamos y buscamos con nuestra mente, se materializa de una u otra forma en nuestras vidas.


Cada vez que queremos algo o que tememos algo estamos fabricándolo en la línea de ensamble de nuestra mente. Estamos enviando un mensaje fuerte y claro a la vida de qué es lo que deseamos y la vida, eficiente como es, nos lo da.
Por eso es indispensable cuidar muy bien lo que pensamos.

Analícenlo, cada vez que citamos a la famosa “ley de Murphy” se debe justo a que estamos pensando “solo me faltaba…” o “seguro ahora…”, etc. y claro, traemos a nosotros exactamente la situación que queríamos evadir, pero que como la pensamos tanto, nos dirigimos solitos hasta ese punto.

Ahora, véanlo desde otro punto de vista. Piensen en alguna persona que crean ustedes que siempre obtiene lo que quiere, alguien que para ustedes es una persona realmente exitosa. ¿Qué característica tiene?

Una virtud esencial que las personas realmente exitosas en la vida tienen, es que enfocan su energía siempre en crear lo que quieren. En lugar de ser tan reactivos como el resto de la gente, y andar brincando de una crisis en otra, desgastándose y maldiciendo su mala suerte, se detienen a tomar un respiro y a definir que es lo que quieren en la vida.
Se toman el tiempo de entender que es aquello que más les importa en la vida, definen claramente sus valores y los alinean con principios universales como la honestidad y la integridad; y así establecen una clara visión de su vida y con base en esta se dedican día a día a construir su mundo.
Además comprenden bien cuales son sus grandes fortalezas y habilidades y también sus debilidades y limitaciones, y en lugar de lamentarse por las últimas, se enfocan a desarrollar las primeras, siempre manteniendo su visión de vida.

Hoy cada uno de nosotros podemos liberar esta virtud que, a veces por el acondicionamiento a que somos sujetos por la sociedad desde que somos pequeños, dejamos enterrada en el rincón más escondido de nuestro ser.
Hoy podemos regalarnos el tiempo para preguntarnos:
¿Qué es lo que realmente importa en mi vida?
¿Cuáles son los valores más preciados para mí?
¿Qué se hacer muy bien?
¿Con que fortalezas puedo contribuir mejor a mi comunidad?
¿Qué quiero hacer de mi vida?
¿Cómo la quiero vivir?

Definamos que es lo que queremos de la vida de una vez por todas y pensémoslo, hagámoslo, actuémoslo y vivámoslo.

Tomemos una tarjeta en blanco que podamos traer con nosotros siempre o que podamos dejar siempre a la vista y escribamos en ella nuestra visión de vida , enfoquemos toda nuestra energía a trabajar bajo esta visión y comencemos desde ya a actuar hoy como queremos ser mañana.

domingo, 20 de mayo de 2007

Celebrando el valor de equivocarse.

Prácticamente desde que tengo memoria recuerdo la palabra equivocarse como un sinónimo de temor, de miedo a estar en una situación difícil e incómoda en la que nadie quiere estar.

La mayoría de la gente no se atreve a tomar la iniciativa en algo justo por temor a cometer un error, por miedo a que, por no lograr lo planteado, sea sometido a un regaño o a una llamada de atención, o simplemente a quedar como un tonto y ser objeto de la burla de otros.

Y es entendible siendo que la cultura en la que vivimos es una donde se castiga el error.

Piénsenlo, desde pequeños cuando íbamos al colegio ¿que hacía todo el salón de clases cuando algún compañero levantaba la mano entusiasmado y daba la respuesta incorrecta o tartamudeaba por nervio a equivocarse?

Y ese clásico “DUH” no es exclusivo del salón de clases, lo vemos en los restaurantes cuando a un garrotero que lleva una charola llena de platos sucios resbala dejando caer cuanta loza trae consigo al suelo.

De la misma manera ¿en cuantas empresas no hay supuestos líderes que tienen literalmente sometidos a sus equipo de trabajo a una dictadura y no dan libertad alguna de acción a sus subordinados para que así ellos no se equivoquen? Y cuidado si alguno sale del carril marcado pues cualquier error, por mínimo que sea será severamente castigado incluso hasta con el despido.

Es realmente triste ver como la gente ya no se atreve a hacer nada por temor a equivocarse. Ese miedo, como todos los demás, nos detiene, nos amarra como ancla al puerto de lo conocido y no nos dejar ver jamás hasta donde podríamos llegar si tan solo nos atreviéramos a dar un paso más.

Por eso yo hoy, pienso en lo importante que es celebrar las equivocaciones, o dicho de otra manera festejar a la gente que tiene el valor de cometer errores, pues se trata de personas que tomaron la iniciativa de intentar algo y de luchar.
Pues aquellos que jamás se han equivocado o son Dios o nunca han intentado hacer algo.

Equivocarse es parte del ser humano, es una parte intrínseca de nuestro desarrollo como personas, de nuestro crecimiento, de nuestro viaje por la vida.

Nadie nace sabiendo y todos, absolutamente todos, tenemos que aprender y seguir aprendiendo durante toda nuestra vida. Y cada vez que cometemos un nuevo error, no quiere decir que somos tontos, incapaces o inútiles, por el contrario, significa que estamos un paso más cerca de llegar a nuestra meta y continuar con nuestro crecimiento.


Claro, tampoco se trata de cometer el mismo error una y otra y otra vez; precisamente para eso está el sentido común.
Pero de lo que sí se trata es de aprender y crecer, de tener valor y coraje para tomar la iniciativ, de utilizar nuestro conocimiento, nuestras experiencias pasadas y nuestro sentido común para aplicarlos e intentar vencer cada reto que se nos presenta en la vida.

Y a aquellas personas que temen hacer algo o a tomar la iniciativa por miedo a ser regañados o por pavor a equivocarse yo les pregunto: ¿Se imaginan que habría pasado si cierto marino español no se hubiera equivocado cuando se atrevió a embarcarse en busca de Las Indias?
¿Pueden imaginar que habría pasado si Steve Jobs CEO y fundador de Apple Computer, hubiese hecho caso a la gente de Hewlett-Packard cuando le dijeron que no lo necesitaban y hubiera dejado a un lado su intento de desarrollar su computadora personal por miedo a equivocarse?

El cometer errores, les decía, es parte de la vida y mientras tengamos el buen juicio de aprender de ellos y no dejar que el mismo error ocurra otra y otra vez, estaremos en el camino correcto.
De hecho como dicen por ahí “Darnos cuenta de que todos cometemos errores y que estos son esenciales para nuestro crecimiento y progreso, es verdaderamente liberador”

Una práctica de la que he leído un poco sobre como aprovechar al máximo nuestros errores, es enlistar las 10 más grandes equivocaciones que pensamos que hemos cometido en nuestra vida y a un lado anotar las lecciones que aprendimos de estas e incluso los beneficios que después de estos obtuvimos,

Al hacerlo veremos que al final la balanza siempre se inclina a favor de nuestro crecimiento pues hoy no seríamos quienes somos, si no hubiésemos cometido los errores que tuvimos en el pasado.

domingo, 13 de mayo de 2007

Nunca es demasiado tarde … para hacerle caso a Morrie


“Nunca es demasiado tarde para preguntarte a ti mismo si realmente eres la persona que quieres ser, y si no, quien quieres ser”
Morrie Schwartz.

¿Planteamiento fuerte? Seguro. ¿Importante? Definitivamente.

Puede sonar exagerado y fuera de proporción, pero no es así. Simplemente se trata de echar un rápido vistazo a nuestra vida, a quienes somos, lo que hacemos y a como nos comportamos.
¿Para qué? Para asegurarnos de que vamos en el camino correcto, para que nos demos cuenta de que a pesar de lo recorrido, aún es tiempo de rectificar y buscar hacer lo que realmente amas hacer y ser una persona felíz. Después de todo para eso estamos aquí, para ser felices.

“Tanta gente va caminando sin sentido por la vida. Parecen medio dormidos, incluso cuando están haciendo aquellas cosas que creen que son importantes. Esto sucede porque están persiguiendo las cosas equivocadas”.
Morrie Schwartz

¿Conocen a alguien así o ustedes mismos se sienten así? Entonces, talvez sea el momento de hacer esta introspección y analizar si están persiguiendo las cosas realmente importantes en su vida o si simplemente están haciendo lo que su familia, sus amigos y la sociedad en general esperan de ustedes.

Uno de los sitios que frecuentemente visito en la Blogosfera es el blog de Curt Ronsengren, un consultor de desarrollo profesional creador de un sistema al que él ha llamado “Catalizador de pasión” y autor del libro “The Occupational Adventure Guide”.
En su blog, él comparte un breve test de 15 preguntas que puede ayudar de forma muy rápida a examinar como nos sentimos con respecto a nuestra carrera.

Aunque el exámen es muy sencillo, incluye algunas preguntas fuertes que en pocas ocasiones nos hacemos. Creo que las preguntas que a mi más me impactaron fueron:

¿Mi trabajo me apasiona?
¿Siento que mi trabajo importa y contribuye a la sociedad?
¿Me siento motivado para hacer el trabajo que hago?
¿El trabajo que realizo me viene de forma natural?

Preguntas que creo que uno debe hacerse a sí mismo constantemente, pues de nada sirve trabajar y esforzarse tanto, si por lo que lo estamos haciendo nada tiene que ver con lo que nuestro corazón sabe que somos.

Como dicen por ahí “No importa que tan rápido vayas, si no sabes a donde quieres llegar”

Por cierto, si quieren hacer el test completo, lo pueden hacer en:
http://www.passioncatalyst.com/quiz/careerchange.htm

domingo, 6 de mayo de 2007

Mis 10 formas favoritas de agregar valor

Cuando una persona trabaja en mercadotecnia, ventas o publicidad (como yo) se acostumbra mucho a escuchar una frase típica de cuando se están construyendo nuevos planes de ventas y mercadeo: “Démosle un valor agregado” “Permitamos que obtengan más valor por su inversión”, etc. e inmediatamente comenzamos a arrojar ideas a la mesa sobre lanzar una promoción 2x1 o si eres muy atrevido 3x2 o armar un paquete de alguna bebida alcohólica que además de la botella contenga unas “originales copas y un cubilete con dados acompañándola.”

Siempre pensamos en como sumar a nuestro producto o servicio algún objeto de relativo bajo costo que nos permita maquillar su presentación , cobrando a un precio marginal el regalo adicional.
Es decir en realidad ¡no estamos regalando nada! Estamos incluyendo en el empaque otro artículo que también estamos cobrando, solo para crear la percepción de un valor agregado.
Pero bueno lamentable o no, esa es una práctica común en el mundo comercial, donde todo se basa en cuento gasto y cuanto gano.

Afortunadamente para mi tranquilidad personal, en los últimos meses en los que me he dedicado a estudiar más sobre liderazgo y desarrollo personal, he descubierto una innumerable cantidad de libros, artículos, historias reales, sitios corporativos, blogs, etc. De gente auténticamente interesada en encontrar formas de agregar valor al mundo en el que vivimos. No de formas de hacer parecer que damos algo a cambio de cobrarlo de todas maneras, sino acciones concretas que cada uno como persona podemos realizar para mejorar las relaciones que tenemos en nuestro hogar, en el trabajo, en la calle y en nuestra comunidad. Y lo mejor de todo, ¡son acciones prácticamente todas sin costo alguno para nadie!

Algunos de los mejores libros, artículos y blogs que he leído al respecto son de mis ya muy citados gurus Robin Sharma y Stephen Covey, pero también hay una lista ENORME de personas que tocan este tema y a quienes, si les interesa, puedan consultar, como:

· Tim Sanders, consultor y conferencista en negocios, en su Blog
Sander says.
· Tim Milburn, fundador de Studentlinc, una organización dedicaca a la creación de estudiantes líderes, y escritor de un E-book titulado 103 ways to add value to people, es gratuito y lo pueden descargar en
http://studentlinc.typepad.com/studentlinc/2007/03/add_value_to_pe_4.html
·
Mitch Albom, autor de Tuedays with Morrie, The five people you meet in heaven y For one more day.
· Stu Sounders en su
The Stu-pendous blog.
· El blog de Make it Great de Phil Gerbyshak
· El Blog
Happy Rant de Curt Rosengren

Y así pueden encontrar literalmente contenido de calidad para llenar sus días y meses para aprender más sobre este concepto que TODOS debemos conocer con el corazón.

En tanto tienen oportunidad de visitar los sitios que les recomendé, quisiera compartirles mis 10 favoritas formas de agregar valor, que he estado aprendiendo, aunque muchas aún no las domino, pero lo importante es que estoy esforzándome por hacerlo y espero pronto en algún momento, con alguna de estas acciones, agregarles valor a ustedes también.

  1. Hazle un cumplido a las personas que te encuentras, durante los primeros 30 segundos de verlas, puede ser sobre algún logro, un evento o simplemente su arreglo personal, pero definitivamente a la los seres humanos nos encanta que nos hagan caso y dar un cumplido a alguien es hacerle notar que le tienes en cuenta.
  2. Apréndete y recuerda siempre los nombres de toda la gente con quien frecuentemente tienes contacto. No solo los de tus clientes, tus jefes, equipo de trabajo y amigos, sino de todas las personas con quienes tienes contacto para llegar a ellos, desde la recepcionista hasta la asistente, desde la directora general hasta el mozo de intendencia, el guardia de la entrada, el tendero de la esquina. Todos los seres humanos tenemos una característica muy curiosa, estamos muy ligados a nuestros nombres, son nuestra identidad y nos gusta saber que la gente nos conoce.
  3. Todos los días, a cada momento posible, trata de ayudar a quien lo necesite. Puede ser a una persona pidiendo ayuda para comprar un medicamento en la calle, a una señora grande a subir un producto pesado a su carrito del supermercado. No importa a quien, siempre mantén los ojos abiertos para poder ver el momento en que se necesita tu ayuda.
  4. Se agradecido con todo y con todos, con Dios, con la vida, con tu familia, con tu trabajo, tus amigos y contigo mismo. Pero importante, no digas gracias solo por decirlo, se agradecido de corazón.
  5. En ese tenor…hazle saber a la gente cuando estás agradecido con ellos y déjales ver que los valoras. Un tip que permanentemente me he encontrado con todos los autores a quien he citado es que nada dice más gracias que una nota de agradecimiento escrita en tu puño y letra. ¿No es mala idea no?
  6. Regala un detalle inesperado. No tiene que ser nada caro o elaborado ni a ninguna persona en especial. Tan solo llegar un día con un café extra para un compañero de oficina o invitar la cuenta de la comida de tus amigos sin que lo esperen, pueden se suficiente para decir
    "L os valoro y me importa dedicar algún detalle a ustedes".
  7. ¡Sonríe! Cuando saludas, cuando hablas con alguien, en todo posible momento sonríe. Es gratis y es contagiosísimo. Imaginen que fácil sería todo si todos sonriéramos un poco más todos los días.
  8. Cuando aprendas algo nuevo compártelo.Al compartir tu nuevo conocimiento no solo transmites información, sino también herramientas que, a quienes las estás compartiendo, en un futuro seguramente les servirán. Además como dicen: “Solo enseñando es cuando realmente aprendes”.
  9. Cuando estés con alguien, estalo de verdad.
    Esta es una importantísima lección que me ha dado mi esposa y que estoy haciendo mi mejor esfuerzo para practicar día con día. Nuestro tiempo realmente es lo más preciado que podemos regalar y más cuando en verdad dedicamos ese tiempo sin distracciones, sino 200% dedicados esa persona. Así que cierren laptops, apaguen televisores y radios, dejen de pensar en que van a cenar en la noche o que van a vestir mañana y háganle caso total a la persona con quien están. Dedíquenle su tiempo de verdad.
  10. Aprende a aprender. Es un hecho, no sabemos todo, de hecho sabemos mucho menos de lo que creemos, aún cuando queramos aparentar lo contrario.Tengamos la humildad de reconocer cuando no sepamos algo y con sencillez levantemos la mano para pedir que nos enseñen y cuando nuestro maestro esté ahí para compartir su conocimiento, apliquemos el punto 9 y estemos con el de verdad.

Les propongo algo: ¿por qué no hacen una lista de que acciones pueden hacer esta semana para agregar valor en lo que hacen y a quienes los rodean, y nos lo comparten con sus comentarios en este Blog?

Nota importante.

Los comentarios, reflexiones y recomendaciones aquí plasmadas son mi opinión personal, y no necesariamente reflejan la opinión de mi empleador.