¿Cuantas veces en una reunión de amigos, cuando eran niños u hoy de adultos, cuando van solos por la calle soñando despiertos o después de ver una buena película de acción se han hecho la pregunta: ¿Qué súper poderes me gustaría tener? Ó ¿Qué súper héroe quisiera ser?
Volar como Superman, ser invisible como Sue Richards, tener la fuerza de 100 hombres como Hulk, telequinesia como un Jedi, regeneración instantánea del cuerpo como Claire Bennet, visión biónica como Steve Austin o simplemente el absorber los súper poderes de todos los que te rodean como Peter Petrelli.
Cientos de ideas vienen a la mente cuando nos preguntan esto y otras tanto cuando nos preguntan qué haríamos si los tuviéramos.
"Sería invisible para entrar al vestidor de mujeres", diría talvez un adolescente, "volaría para salir huyendo de casa" elegiría quizá una esposa maltrada, "usaría la telequinesia para hacer mi trabajo sin mover un dedo" pensarían otros, pero quisiera pensar que la mayoría talvez
escogerían usar sus súper poderes para ayudar a los demás. Es más tengo que pensar que así sería.
Ahora bien tengo una noticia genial para todos. ¡Sí existen los poderes especiales y cualquiera de nosotros podemos hoy escoger nuestro arsenal personal!
La pregunta que queda entonces es solo: ¿cuáles elegirán?
He aquí mis sugerencias:
Súper oído: Lo siento, no me refiero a la capacidad de escuchar lo que sucede a kilómetros de distancia o tras la pared de concreto que nos separa de la habitación de al lado, sino a un súper oído mucho más poderoso que eso: La capacidad de saber escuchar. La habilidad de saber callar, cancelar todo pensamiento en preparación a una respuesta automática y escuchar, comprender, entender, simpatizar y empatizar con aquello que la otra persona está compartiendo contigo, sin la necesidad de imponer sobre ella tu manera de pensar.
Súper fuerza: No, tampoco me refiero a la fuerza física de 100 hombres que nos haría capaces de levantar edificios enteros con nuestras manos, como lo hace Superman. Sino a una fuerza mucho mayor que esta, una fuerza capaz de construir y edificar una vida plena y llena de honestidad y autenticidad: la fuerza de voluntad.
Súper visión: Pues sí…tampoco estamos hablado de ver a cientos de metros de distancia, aunque la distancia en el tiempo es una de las cualidades de este poder con el que seríamos capaces de observar con detalle nuestra situación actual y podríamos ver toda la oportunidad que en ella hay para hoy, para mañana y para dentro de unos años más.
Autoregeneración: Talvez no podremos crecer de nuevo uno de nuestros dedos si este es cortado de nuestro cuerpo, pero contar con esta habilidad tan especial nos permite recuperarnos de los grandes retos y golpes que nos puede dar la vida. Es la capacidad de volvernos a levantar, aprender las lecciones de la vida y echarlas dentro de nuestro “baticinturón” o mejor dicho “itacate” de experiencias útiles para el mañana y seguir adelante creciendo y avanzando hasta la cima de nuestra montaña personal.
Telequinesia: mmm no talvez no podamos mover las cosas sin tocarlas y con solo pensarlo, pero ¿qué tal el súper poder del auténtico liderazgo, como el que podemos ser capaces de motivar y mover a cientos, miles o millones de personas hacia un objetivo común? Nota especial: con este poder del liderazgo sí se necesita también poner nuestras propias manos a la obra y ser parte de la acción.
Ahora ¿qué tal si pudieran absorber todas estas cualidades tan singulares y otras como humildad, caridad, honestidad y muchas más en una sola persona? Yo a este súper poder le llamaría: Integridad.
Así que la pregunta de nuevo es ¿Y a ustedes qué súper poderes les gustaría tener?
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