domingo, 12 de abril de 2009

3 simples razones por las que nunca debemos dar retroalimentación interpersonal por e-mail.

Si participas en cualquier tipo de institución sea una corporación global, una organización sin fines de lucro, un colegio, una familia o simplemente un grupo de amigos, por lo menos una vez, pero seguramente muchas más, has tenido que dar y recibir retroalimentación sobre tu trabajo, tu desempeño, tu conducta, tus propuestas, tus ideas, de la gente con quien te rodeas o simplemente acerca de si te parece bien o malo algo que está sucediendo.

Sin duda alguna todos, absolutamente todos, damos y recibimos retroalimentación todo el tiempo, pero que lo hagamos con frecuencia no quiere decir que sepamos darla correctamente, ni siquiera si ostentamos roles de alta jerarquía o hayamos tenido algún entrenamiento para hacerlo.

Por eso quise compartir 3 razones por las cuales estoy convencido de que uno jamás debe de proveer retroalimentación personal a nadie por medio del correo electrónico:

  1. La retroalimentación tiene que ser oportuna y a tiempo. Si el tema por el cual estás dando cierta retroalimentación es tan importante como para que lo estés haciendo, entonces no puedes esperar a que la otra persona reciba, lea y digiera tu mensaje, ni mucho menos asumir que lo va a hacer en el momento que tu le estás enviando ese mensaje.
    Si vas a dar retroalimentación o compartir tu punto de vista para ayudar a alguien a mejorar o corregir alguna acción, tienes la obligación de hacerlo cara a cara.
  2. Dicen por ahí que la retroalimentación es un regalo. Un regalo es un presente, así que ¿cómo lo puedes dar si no lo estás? Para dar retroalimentación tienes que estar física y mentalmente presente en el momento y lugar en que lo des.
  3. Y la razón más importante por la que creo que jamás debemos de dar retroalimentación por e-mail la aprendí del libro de How to Wow  de Frances Cole en el que comparte los resultados de una investigación realizada por el Profesor Emérito en Psicología de UCLA Albert Mehrabian que dice que de toda nuestra comunicación interpersonal, solo el 7% de la influencia que ejercemos viene de las palabras que decimos, 38% del tono en el que las decimos y 55% del lenguaje corporal que tenemos mientras las decimos. Y dado que en un correo electrónico no podemos expresar ningún tono (38%) ni mucho menos compartir nuestra expresión corporal (55%) solo estamos teniendo un 7% de probabilidad de que nuestro mensaje se entienda correctamente a través del e-mail.

Ahora les pregunto ¿Cómo comparten ustedes su retroalimentación? Porque por si no fueran suficientes estas tres razones, cuando provees tu retroalimentación por e-mail puede parecer que estas imponiendo tu visión o forzando una dirección.

1 comentario:

Hebert dijo...

Hola. Tu pregunta es acerca de cómo ofrecemos retroalimentación y mi respuesta es: cuando es posible, dadas ciertas condiciones, también prefiero una conversación cara a cara o una combinación entre cara a cara y algún otro medio que permita establecer una comunicación de dos vías, sincrónica o asincronica. A veces la tecnología me ha ayudado a dar feedback, por ejemplo a amigos o familiares que viven en Vancouver, Berna o Buenos Aires. Por lo tanto, he aprovechado diferentes alternativas de comunicación a distancia tanto para dar como para recibir feedback.
Por lo tanto, estoy de acuerdo parcialmente con las tres razones que planteas. Ojalá que tuviéramos el tiempo y las posibilidades de dar y recibir mucha retroalimentación en persona...
Adicionalmente quisiera comentar que, al ser el feedback un regalo, a veces me toca ofrecerlo y en otras ocasiones me toca recibirlo. Una clave para cualquiera de los dos casos ha sido la apertura y la intención de aportar algo para mejorar. No importa si la retroalimentación es en persona o por algún otro medio, cuando hay apertura es posible la verdadera comunicación, más allá del envío o recepción de un mensaje.
Para finalizar, quiero compartirte que he observado cómo en mi experiencia personal, dar y recibir auténtico feedback, ya sea en persona o aprovechando algún medio de comunicación, ha sido una importante fuente de aprendizaje y crecimiento, inclusive al ofrecer retroalimentación cara a cara a alguien que no desea recibirla :)

Nota importante.

Los comentarios, reflexiones y recomendaciones aquí plasmadas son mi opinión personal, y no necesariamente reflejan la opinión de mi empleador.